Antecedentes recientes y fuerza militar
El Líbano es un actor imprescindible a la hora de analizar el conflicto entre Israel y Palestina. En particular, por el papel en el conflicto del grupo chií libanés Hezbolá, uno de los mayores enemigos del Estado israelí desde su creación en 1982, en plena guerra civil en el Líbano. Desde entonces, ha mantenido múltiples y cíclicos enfrentamientos armados e incluso una guerra en 2006.
Ahora, Hezbolá dispone de un arsenal mucho más sofisticado que el que tenía durante su guerra de 2006 con Israel, que acabó sin vencedores ni vencidos claros. En aquel momento, muchas partes del Líbano quedaron devastadas, pero Hezbolá frustró el plan definitivo de Israel de desmantelar el grupo. Por aquel entonces, Hezbolá luchaba principalmente con cohetes Katyusha de la era soviética, poco precisos. Hoy dispone de misiles guiados de precisión. Se estiman en 65.000 los combatientes de Hezbolá.
Presencia en la región
A diferencia de Hamas, Hezbolá es un poder regional. Durante años ha participado en varios conflictos en Medio Oriente, incluidos los de Iraq y Siria. Sus combatientes están curtidos en batalla por haber luchado en nombre del presidente de Siria, Bashar al-Assad, contra los grupos armados de la oposición siria, así como contra el ISIS y el Frente al Nusra, afiliado a Al Qaeda. Esto les ha dado una gran experiencia en la guerra urbana.
Papel actual en el conflicto y su relación con Irán
En la actualidad, Hezbolá se ha atribuido la autoría del lanzamiento de misiles antitanque perpetrado contra el norte de Israel, mostrando un apoyo firme a Hamás en su conflicto con Israel. También se han producido enfrentamientos en los últimos 5 días de manera casi constante entre milicianos de Hezbolá y tropas israelíes en la frontera con Líbano, lo que ha llevado a la coordinadora especial de la ONU para el Medio Oriente a declarar que la situación conlleva un alto riesgo de “derivar en un conflicto mayor”.
Cualquier conflicto que estalle aquí podría echar leña al fuego de la actual guerra entre Hamas e Israel al atraer al grupo paramilitar más poderoso de Medio Oriente: Hezbolá, respaldado por Irán, cuyo ministro de Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, ha viajado en las últimas horas al Líbano, desde donde ha advirtido de que la “continuación de los crímenes de guerra contra Palestina” podría abrir un nuevo frente de guerra, y que Israel será “responsable de las consecuencias”.
Además de aportar armas y combatientes más sofisticados al conflicto actual, la intervención de Hezbolá podría atraer también a otras partes. Hezbolá forma parte de una coalición de combatientes respaldados por Irán que siguen estacionados en Siria. Su participación podría abrir un tercer frente en la frontera entre Siria e Israel, esta vez junto a la élite de la Guardia Revolucionaria iraní (IRGC), también presente en Siria.

